viernes, 17 de octubre de 2014

No somos tan inteligentes

Los cuervos son considerados como aves de mal agüero, y forman parte de innumerables mitos y leyendas. Odín tenía dos cuervos que le informaban de todo y Esopo escribió sobre ellos en varias de sus fábulas. Aparecen con frecuencia en las obras de Shakespeare y, sobre todo, una de estas aves es protagonista del más famoso poema de Edgar Allan Poe.

Algunas de esas historias dejan entrever una de las características más fascinantes de estos pájaros: su prodigiosa inteligencia. Y es que sus capacidades parecen no tener fin. Pueden razonar, resolver problemas de manera lógica, distinguir y recordar a otros individuos (incluso a personas), construir herramientas y hasta son conscientes de sí mismos.

También pueden deducir las relaciones sociales de otros grupos de cuervos (quién es el que manda, por ejemplo), una habilidad que se creía exclusiva del ser humano y otros primates. Los ejemplares jóvenes son, además,extraordinariamente juguetones. Sabiendo esto, no es de extrañar que estas aves tengan un cerebro considerable, en proporción comparable al de los primates.

Por estos motivos, los cuervos han fascinado a psicólogos evolutivos y biólogos, y protagonizan una ingente cantidad de vídeos en Internet, tanto rigurosos experimentos científicos como curiosos comportamientos grabados por aficionados. He aquí una pequeña muestra de sus capacidades.

Fuente: ElConfidencial

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